Será que vale la pena usar el tiempo que tenemos en un desgaste continuo, en perseguir un propósito ambicioso y arrastrar en angustia de inseguridad a quienes te rodeaban? La ecuación sigue siendo equación, donde las cosas se igualan, donde la energía que disponemos es una sola y la usamos pasando de un lado al otro del "=". Como si se tratara de un juego de estabilidad, pasando pelotitas de arriba a abajo. Vivo creando, leyendo, mirando y admirando, descansando, durmiendo y soñando. Luego el despertar. Pero en algún momento la ecuación de la energía del alma se iguala a cero. Es entonces cuando nos preguntamos si valió la pena todo lo que movimos. Nos preguntamos como hay que usar la ecuación, como se hace si se hace.
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