Cada vez que te sientas extraviada, confusa, piensa en los árboles, recuerda su manera de c r e c e r. Recuerda que un árbol de gran copa y pocas raíces es derribado por la primera ráfaga de viento, en tanto que un árbol con muchas raíces y poca copa a duras penas deja circular su savia. Raíces y copas han de tener la misma medida, has de estar en las cosas y sobre ellas: sólo así podrás ofrecer sombra y reparo, sólo así al llegar la estación apropiada podrás cubrirte de flores y de frutos.
Qué curioso, no?
ResponderEliminarQue texto con más sabiduria guardada, me ha gustado!! =)