Parece que no puedo aprender, ya me he vuelto a perder entre mis bonitas nubes de ilusiones y sueños.
Todo esto es tan subrealista. Somos como una vela con temor a consumirse. Yo soy la llama que tiembla y a veces trata de esconderse porque tiene miedo a poder conseguir que nuestros sentimientos se acaben derritiendo y puedan llegar a desaparecer. Tu en cambio eres lo que me sostiene en lo alto, eres la razón para que yo pueda mantenerme viva.
Y sí, nos queda muchísimo tiempo. Somos una vela enorme, gruesa, dura, que aguanta cualquier incendio. Que dura años. Que no se apaga. Y que si se apaga, se vuelve a encender con el mínimo roce.
Todos son pequeños e indefensos en comparación a nosotros.
Nosotros somos diferentes, créeme, lo sé.
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