Todos los días me levanto con ganas de comerme el mundo, de saber algo más, aprender algo nuevo, sentir sensaciones nuevas.
Experimentar cosas con las que nunca había imaginado. Me encanta levantarme sabiendo que siempre hay una razón por la que sonreír o simplemente vivir.
Me gusta cambiar, pero ya me he cansado de los cambios, cansada de la monotonía de mi vida.
Ya es hora de respirar.
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