Hoy me he parado a pensar en lo mal que está repartido el mundo. Algunos piden, se les concede, pero aun así continúan quejándose porque nunca nada es lo suficientemente bueno. Y mientras, el resto mira, y desea la más mínima seña de que algo se les puede ser concedido.En las muchas cosas que nos toca soportar y que atosigan nuestras mentes cada minuto y las pocas cosas que sacan de ti tus mejores sonrisas. La poca gente que de verdad valora lo que tiene y la otra mucha que se da cuenta demasiado tarde.
Qué fácil sería todo si existiera el más mínimo equilibrio. No, tampoco pido perfección ,porque siempre he pensado que no existe, pero si aprender a caminar por la cuerda floja y no balancearme.
Cariño,todo se te va de las manos tarde o temprano y no aguanto infinitamente.
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