He aprendido que no todo es felicidad y alegría, a que hay veces que debes dar dar dar y no recibir, que no puedes esperar nada de nadie, que el amor… que lo que se llama amor, no existe, que quizás las personas no son las que tu crees que son, que no eliges de quien te “enamoras”, el destino? No está escrito, somos nosotros quienes lo ponemos aprueba todos los días. Quieres más y más, pero no puedes pedirle a la lluvia que te de calor.
Día a día aprendo cosas nuevas, que aunque duelan, me hundan y no me dejen ver lo que hay a mi alrededor, siempre hay alguna razón por la que seguir adelante. No todo va a salir como esperamos, que las cosas buenas acaban y que las malas perduran hasta que no puedes más. No nos gusta que nos juzguen, que nos insulten, nos hagan daño, pero ninguno nos aplicamos al “no hagas lo que no te gusta que te hagan”. Que por mucho dolor que experimentemos nunca será lo suficiente para los demás, por mucho que te esfuerces y lo des todo, tampoco es suficiente. Somos inconformistas y lo sé, pedimos más de lo que podemos dar o quizás queremos que nos den lo que nosotros hemos sacrificado.
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